Jujuy es la tierra de los colores. Cuando comenzas el camino hacia la mágica quebrada te das cuenta el porqué. Es un paleta de colores indescriptible, cuando apenas comienza visualizar la paleta del pintor de Maimará. Es por eso que en este viaje decidimos ir a conocer los dos máximos exponentes de Jujuy.

Llegamos a Purmamarca, con el imponente cerro de los 7 colores, siempre presente en todo el pueblo. Es como si estuviese ahí, siempre mirándote mágicamente. La plaza es una de las más coloridas del país, repleta de tradición y arte regional. Recorrerla incansablemente, siempre descubriendo algo nuevo.

Camino a Humahuaca, a unos 25 km del pueblo y 4350 msnm, se encuentran las Serranias del Hornocal, conocidas también como el cerro de los 14 colores. Un lugar que comenzó a promocionarse muy poco. Una de las reliquias de la quebrada de Humahuaca, lugar destacado por Unesco para su conservación. Aquí todo es mágico. Tuvimos la suerte de disfrutar un atardecer inolvidable en las serranías, algo realmente emocionante.

 

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